Presionada por el círculo de hierro de Javier Milei, la vicepresidenta Victoria Villarruel anunció que se extendía el congelamiento de las dietas de los senadores hasta el 31 de marzo. El congelamiento se encontraba vencido y, de no mediar este anuncio, sus dietas iban a saltar de 7 millones a más de 9 millones de pesos en febrero. “He firmado el decreto que ordena el congelamiento de las dietas de los senadores hasta el 31 de marzo de 2025 para que lo traten en sesiones ordinarias”, anunció pomposamente la vicepresidenta, para defenderse de la munición pesada que venía recibiendo a diario de dirigentes y trolls de Milei, que la responsabilizaban por el aumento.
El Senado tuvo dos grandes polémicas en 2024: la primera fue el aumento de sus dietas, que las colocó bien arriba del promedio de los asalariados, en siete millones de pesos. La segunda fue el hallazgo de los 200 mil dólares en posesión de un senador, Edgardo Kueider, que se había convertido al oficialismo y le había votado todo a Milei. Después de la sesión en la que lo expulsaron, el Senado quedó prácticamente paralizado.
El aumento de las dietas les valió el ataque permanente de Milei, que se la tomó particulamente con su vicepresidenta como parte de "la casta". Luego, en agosto, se votó el congelamiento de las dietas, pero se vencía a fin de año. A partir de que se aproximaba la fecha, los cañones volvieron a dirigirse a Villarruel: le remarcaban que iban a pasar a cobrar 9.5 millones bruto y era todo su culpa.
Es una línea que baja derecho del presidente: Milei la responsabilizaba personalmente por los aumentos y decía que se excusaba diciendo que no puede hacer nada. Del lado de Villarruel, indicaban que habían intentado incluso llamar a una sesión para tratar el tema pero que estaba todo muerto después de lo de Kueider.
“Solicité que se tratara el congelamiento de las dietas de los senadores. Cuestión que espero que los senadores traten. Yo no soy senadora. Solo facilito las condiciones para el tratamiento y discusión de este tema, pero no soy la que toma las decisiones”, remarcó Villarruel cuando le preguntaron por el tema.
La cuestión volvió a salir cuando Villarruel hizo una crítica a cómo se manejó el tema del gendarme argentino detenido en Venezuela por parte de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela. Lo que está ocurriendo es la consecuencia tristemente obvia, pero como no soy del área de Seguridad, no opino de las sanciones y acciones que se deberían tomar”, escribió.
Bullrich le saltó a la yugular: "Si quiere servir a la Patria, como argentina le pido se ocupe de frenar el descabellado e inminente aumento de sueldos en el Senado de la Nación. La ciudadanía está haciendo un esfuerzo heroico para superar la crisis heredada y no merece financiar dietas de 9.5 millones para ningún legislador”.
"Cobrar 9 millones de pesos en est